Ésta es la segunda novela de la saga protagonizada por Leo Martín, Jefe del Sector de la policía en un barrio marginal de Santa Clara, una ciudad del interior de Cuba, durante los años más duros del llamado Período Especial (1993- 1994). Por el barrio anda rodando un contrabando de gafas oscuras de mujer, una mercancía en apariencia inocente, pero que, sospechosamente, provoca las muertes del joven Maikel y de Pedro Pechoemulo, tahúr de poca monta. Y en el centro de la historia aparece Tania, aquella niña a la que Leo Martín, en sus años de adolescencia, cuidó como a una hermana menor. Tania, ahora convertida en la prostituta más deliciosa e insolente del barrio, ese monstruo con mil tentáculos invisibles en el que todo es posible y todo se sabe. Otra vez Leo Martín tendrá que zambullirse en las aguas turbias de aquel mismo mundo que le vio nacer. Revolver historias de supervivencia en sus fondos más oscuros e inagotables. Enfrentarse con sus ilusiones perdidas y con los propios códigos de hombría que le enseñaron a vivir. Y desentrañar un misterio difícil de aceptar incluso para las altas jerarquías policiales. Revelado por su multipremiada novela Que en vez de infierno encuentres gloria y considerado una de las voces más originales de su generación, Lorenzo Lunar recrea, mediante un lenguaje crudo y musical, rebosante de cultura popular, humor negro y ternura, la poética tragicómica de un microcosmos humano que nos ofrece, a su vez, toda una metáfora de la sociedad cubana contemporánea.