Mozart de viaje a Praga (1856), la última y más importante novela de Eduard Mörike, es la narración de un día otoñal en la vida del compositor: junto a su esposa Constanze, en la frontera bohemia, se encamina a Praga para dirigir el estreno de Don Giovanni. En un carruaje de tres caballos, atraviesan bosques, valles y recuerdos hasta llegar a un pequeño castillo de estilo italiano, propiedad del conde de Schinzberg. Allí, Mozart juega al billar y, movido por la melomanía de los aristócratas, toca el piano mientras su esposa canta arias. Sin embargo, pese a las escenas festivas, la rendida admiración que le profesan sus huéspedes y el éxito que le aguarda en un teatro de Praga, el alma del genio ?se consumía de forma rápida e imparable en sus propias brasas? sólo podía ser una aparición fugaz sobre la tierra.?