Isla de Simi, 1919. Época de milagros para la isla: la electricidad, la radio, el cine pero también la cruel ocupación italiana. María vive una vida arcaica en la sierra de la isla. Al cumplir 12 años, se embarca sola hacia la Tierra Prometida, Egipto.
Alejandría, 1938. Presenta las dificultades y la lucha de la protagonista en el Egipto griego, con más de 40.000 griegos egipcios exiliados. Muchos de ellos trabajaron en la construcción del Canal de Suez.
Inminente amenaza de guerra. Como enfermera, conocerá el horror de la cirugía en el desierto, los bombardeos pero también la pasión por vivir de los jóvenes. Encuentra el amor en un militar irlandés que pierde la vida en la guerra. Después se enamorará de un marino griego.
Atenas, 1945. Lo desconocido. En difíciles circunstancias, empezará otra vez de cero con una hija y una insoportable soledad. Se encuentra una Grecia totalmente cambiada: sufrió primero la ocupación alemana, la guerra civil (1945-1949) que dividió el país en dos bandos, la dictadura de los coroneles (1968) y los negros años de opresión hasta la llegada definitiva de la democracia (1974).
Es el relato de una mujer corriente que parte de la nada y que consigue madurar social e intelectualmente. María no moldeó la historia. No diseñó ni un solo instante. Fue únicamente una insignificante mota de polvo en los acontecimientos históricos, como tantos otros de su generación.
La autora presenta una narración, desde un punto de vista más social que político, con una perspectiva profundamente femenina. Realiza un retrato detallado y profundo de los personajes, y está atenta a los detalles y las emociones.
El relato que hace Eugenia Fakinu es ficción aunque nos encontramos con una base biográfica de la familia de la propia escritora, su madre fue también enfermera en Egipto y Atenas durante la misma época. La reconciliación con los momentos oscuros de la memoria, el perdón y la superación del dolor que evocan los recuerdos, son algunos de los temas que se tratan con gran sensibilidad en esta novela.