Edición de María Luisa Guardiola Tey. Estudio preliminar de Alberto González Troyano. La idea de un romanticismo español tardío, con creaciones poco originales, manifiestamente influidas desde el extranjero y sin ninguna incidencia en Europa, se contradice con El trovador de Antonio García Gutiérrez. El estreno propició el primer ®¡Que salga el autor!¯ de las tablas españolas y su éxito hizo que se representara, actualizara y publicara una y otra vez a lo largo de todo el siglo XIX. La obra, plagada de venganzas crueles, amores apasionados, promesas truncadas y viles traiciones, inspiró uno de los grandes clásicos de la ópera: Il trovatore de Verdi. La edición crítica de María Luisa Guardiola Tey tiene en cuenta por primera vez el manuscrito autógrafo, desconocido hasta el momento, que no sólo ha permitido una novedosa fijación y una mejor comprensión del texto, sino que supone un material precioso para el estudio de la representación y transmisión del teatro romántico, con sus correcciones, de puño y letra del autor, muchas de ellas realizadas en el momento de los ensayos. En el presente volumen se incluye también la refundición enteramente en verso que el propio García Gutiérrez realizó en 1851.