Bajo la protección del emperador Claudio, el joven Minuto Lauso Maniliano inicia una próspera carrera pública en Roma, repartiendo su tiempo entre los placeres que le ofrecía la capital del Imperio y las obligaciones nacidas de sus ambiciones personales. A través de las experiencias de este joven por Britania, Jerusalén y Roma, Mika Waltari despliega un monumental fresco histórico pasando por personajes como Nerón, Vespasiano, Claudio, Séneca o la poderosa Agripina.