La seguridad con la que Colón emprendió su viaje a las Indias y descubrió el Nuevo Mundo abre un cúmulo de elucubraciones. ¿Cómo pudo estar tan convencido el Almirante de la ruta a seguir? Hay, al respecto, una serie de teorías, nunca demostradas, porque todo lo que rodea al descubridor aparece siempre sumido en el misterio y el ocultamiento, que apuntan a que durante su estancia en la isla de Madeira, cuando estaba casado con Felipa Moniz de Perestrello, la hija del gobernador, el marino genovés, cuya obsesión era ya trazar un camino por mar más corto que el que por tierra hiciera Marco Polo, albergó a un naúfrago que venía de aquellas latitudes y que lo que le confesó resultó crucial para el éxito de la posterior expedición.
Con un lenguaje cuidado, que retrotrae a esa época de la historia, José Luis Muñoz completa con esta novela lo que ya había escrito sobre el tema del Descubrimiento en la trilogía épica "La pérdida del Paraíso", y ofrece al lector un apasionante relato de aventuras que también es una novela de amor. Recreando la época, con toda clase de detalles, y utilizando, como ya es habitual en él, una prosa dirigida a los sentidos, el autor arroja algo más de luz a uno de los misterios de la historia y construye una novela apasionante que atrapa el interés del lector desde el primer párrafo.