La heroína destruyó toda una generación de jóvenes en los barrios de Vigo: derribó sus vidas y demolió cada cascote hasta no dejar absolutamente nada en pie.
En esta novela bipolar, Francisco Castro reflexiona sobre la tarea de escribir al tiempo que relata el nacimiento, desarrollo y muerte de la amistad en un barrio periférico de la ciudad durante las últimas décadas del siglo XX.
Generación perdida evidencia la hipocresía de una sociedad que nada hizo para evitar la ruina de aquella generación, caída en silencio, y que actualmente critica los excesos de los jóvenes no por responsabilidad, sino por hacer demasiado ruido.