Hay quien dice que el miedo es una sensación angustiosa inherente al ser humano.
Incluso dicen que podemos enfrentarnos a él.
Pero yo sé que no.
Yo sé que el miedo es algo real y tangible. Que está presente y te persigue. Vive y anida en ti. Es malo, oscuro, primigenio y ancestral. Es Atávico. Su mano helada amenaza con atraparte el tobillo cuando duermes. Te observa desde el armario cuando te acuestas. Su sombra se refleja en el espejo cuando te arreglas.
Quizás, cuando termines con esta antología de relatos no puedas volver a mirar con los mismos ojos a aquel oso de peluche que te regalaron de pequeño. Quizás, te des cuenta de que cuando te obsesionas con algo esto acaba por materializarse. Incluso quizás te preguntes si la historia del hombre del saco es sólo un cuento para no dormir.
Y quizás, tengas miedo.