Entre culebras y extraños se abre con la muerte del padre del narrador, una muerte seca, repentina, sorprendente. Un hecho trágico que marca el recorrido vital del protagonista, un adolescente sensible hasta el extremo, propenso a cualquier enfermedad, demasiado consentido por su madre y constantemente agobiado por el mundo que le rodea. Para sobreponerse a ella se apoya en el amor de Sofía, una adolescente de su misma edad, a la que le une una delicada relación que se rompe y se rehace continuamente, que es a la vez lo más maravilloso y también lo más trágico. Todo cambiará cuando, poco tiempo después, una historia familiar oculta salga a la luz. Él tendrá que refugiarse en su hermana, Vera, una joven rebelde, ya universitaria, que experimenta con las drogas y el alcohol y que, en el fondo, está tan perdida como él mismo.