Esta intensa novela de aprendizaje reconstruye la niñez, adolescencia y primera edad adulta de Dan Ruttle (trasunto del propio autor) a partir de varias escenas de su vida en Irlanda, su paso por una escuela católica, la enfermedad de su hermano y su pasión por Olivia. La primera mitad del libro se desarrolla en la localidad natal de Dan, quien nos recuerda al Stephen Dedalus del Retrato del artista adolescente de Joyce por su relación de amor-odio con Irlanda y por algunas de las sugerentes propuestas estilísticas aquí desarrolladas. Las angustias de la adolescencia y la iniciación al sexo, el amor colectivo a los deportes y las relaciones familiares, el miedo y las fantasías de todo tipo, el omni-presente paisaje irlandés? En estas páginas, los fogonazos del presente y del pasado se entretejen con un lenguaje poético y una prosa de alto voltaje literario; y Higgins, que no teme sacar a la luz algunos de sus secretos familiares más íntimos, dibuja también su país, justo antes, durante y después de la Segunda Guerra Mundial.