En su anterior libro de relatos, "Yo también puedo escribir una jodida historia de amor" (Escalera, 2008), Salem nos demostró que estaba perfectamente capacitado para ello. Reaparece con "Yo lloré con Terminator 2 (relatos de cerveza-ficción)". Este libro contiene quince relatos canallas en los que la ternura brota entre las situaciones más sórdidas. Está plagado de bares, de humo, de ángeles tangibles, de mujeres fuertes y hombres que no lo son tanto como aparentan.
Son historias en las que los retos se toman o no, dependiendo del número de cerillas que el azar decida poner en tu mano, historias en las que siempre queda un brindis por hacer. Y en todas ellas, sin duda ejemplos vivificantes de ese género que Salem ha acertado de lleno en llamar cerveza-ficción, persiste un trasfondo de melancolía que se agarra como la espuma al cuello de la botella.