Tras una introducción sobre el origen de la vida en la Tierra, el autor resuelve en admirable síntesis un marco cronológico que abarca desde la aparición de los antecedentes del ser humano hasta el inicio de las primeras civilizaciones. La evolución de las diferentes especies del género Homo se relaciona con sus correspondientes progresos culturales. A continuación, analiza el Neolítico y su expansión desde el Próximo Oriente a toda Europa, para finalizar con el proceso hacia una mayor complejidad socioeconómica que supone el desarrollo de la metalurgia del cobre, el bronce y el hierro. Si las ilustraciones son siempre un apoyo enriquecedor del texto, en este caso, configuran un indispensable discurso complementario.