Esta novela es casi la historia de una degradación. Rousseau decía del hombre que nace naturalmente bueno y se pervierte al contacto con la sociedad. London lo aplica al mundo del animal. Colmillo Blanco, el perro-lobo salvaje que no conoce más leyes que las de la naturaleza, irá agudizando sus instintos de ferocidad o violencia a imagen y semejanza de los hombres. ?Si el lobezno hubiera pensado como los hombres ?dice London?, habría calificado la vida como un voraz apetito, y el mundo como un caos gobernado por la suerte, la impiedad y el azar en un proceso sin fin.? Por fortuna, Colmillo Blanco encontró al ?señor del amor? al borde de la muerte.