Los hombres sabios de la antigüedad decían que todo en la Tierra tenía su doble en el agua. Si hay niños en la Tierra, ¿por qué no habría de haberlos en el agua?
Cuando encontraron una cosa negra en el agua, todos se pusieron muy tristes y dijeron que era el cuerpo de Tom, el joven y sucio deshollinador, que se había ahogado. Pero Tom estaba muy vivo, ¡y más limpio que nunca!, deleitándose en su nuevo mundo.
En este clásico de la literatura infantil, Charles Kingsley nos cuenta cómo Tom escapa de su cruel patrón y descubre un lugar de diversión encantado bajo el agua, y nos invita a seguirle. Esta genial novela insiste con el característico humor inglés en los temas preferidos de Kingsley: la explotación laboral de los pobres, la falta de higiene a la que se ven sometidos, la contaminación de los ríos y de los mares y la teoría de la evolución.
Los niños del agua se ha convertido con el tiempo en un clásico de la literatura infantil y juvenil del que se han hecho cientos de ediciones.
Charles Kingsley fue, junto con F. D. Maurice, el principal representante del socialismo cristiano en Inglaterra. Profesor de Historia Moderna en Cambridge, debe su popularidad a novelas como Levadura o Hipatia. Sin embargo fue Los niños del agua, dirigido a niños y adolescentes y considerado una obra maestra en su género, el libro que acabaría inmortalizando su nombre junto con el de Lewis Carroll, su contemporáneo.