«Poseen todos estos cuentos una estructura literaria cuya eficacia aún sorprende. La agilidad, el ritmo vertiginoso de la historia, la precisa ilación de los hechos, la focalización exacta de lo esencial los convierten en unos perfectos ingenios de ficción. Diríase que se asemejan a esos juguetes sencillísimos, de mínima artificiosidad, que parecen ingenuos pero que siempre funcionan y que jamás decepcionan la expectación del niño que por primera vez los ve».
Eliacer Cansino Macías