Las niñas de Heidelbach tienen ideas originales e ingeniosas; una recibe visitas inesperadas; otra cuida con esmero de su hermano; una tercera, más precavida, se arma con hondas, cuchillos y hachas para ver la televisión. Cada imagen cuenta una historia que revela el carácter, las aspiraciones y, en algunos casos, esa pizca de malicia que no falta en ciertas niñas.
«Aprendí de Sendak, Ungerer y Gorey que en la literatura infantil no hay ninguna limitación. La indecencia, la insolencia, y la brutalidad son aspectos inevitables...» Nikolaus Heidelbach.