Con Fimo, una pasta de modelar que se cuece en el horno casero, se pueden realizar de forma muy sencilla objetos con los que decorar la cocina. Se ofrece en una gama amplia de colores que combinan estupendamente con las telas y que además se pueden mezclar entre sí y con polvos metalizados para imitar el bronce antiguo o pintura de color plata. La mayoría de los aficionados empieza haciendo cuentas, figuritas o miniaturas, que son los usos tradicionales del Fimo. Pero son muchas más las posibilidades que ofrece el Fimo para decorar la cocina, como hacer un salero y un pimentero con caracolas plateadas, originales cubrejarras con cuentas con forma de limón y prácticos cubiertos con veteado nacarado.