¡Divertirse plegando es algo que está alcance de todos los niños! Pueden empezar en seguida, sin tener que hacer grandes preparativos. Con unos pocos pasos se consiguen bonitas y divertidas figuras plegadas que, además, se pueden colorear con lápices y rotuladores. Después, muchos de los personajes creados les servirán para jugar, de modo que a la diversión de plegar y pintar se le suma el placer del juego.
Parece sorprendente que a partir de una hoja de dos dimensiones puedan surgir figuras tridimensionales. Las orugas muestran sus cuerpos flexibles, los marcianos son capaces de balancear los brazos y piernas, y las máscaras de mariquitas y flores exhiben auténtica viveza gracias a sus bamboleantes apéndices.
El plegado de papel es, al mismo tiempo, un buen método para fomentar la motricidad fina y la habilidad manual infantil. Los proyectos están clasificados según cuatro grados de dificultad. De ese modo los niños podrán comenzar con los modelos más sencillos e ir accediendo poco a poco a los más complicados.