Mina tiene diez años y vive con sus padres. Su vida cambia cuando se entera de que irán a vivir lejos, al otro lado del mar. El primero en marcharse será su padre, que buscará trabajo y una casa para todos en ese nuevo país. Mina no entiende por qué no pueden irse todos juntos, ni por qué no se puede prosperar más cerca.
Su mejor amigo, Leandro, y su abuelo son los únicos con los que habla de las cosas que no entiende, de todas las preguntas que lleva dentro. Durante el año que dura la larga espera, entre carta y carta de papá, Mina, casi sin darse cuenta, se irá preparando para marcharse. Por fin llega el momento de las despedidas, pero también del reencuentro.