Cuando Hipo se encuentra con un dragón herido en el bosque, sabe que es su deber como vikingo cazar a la bestia salvaje, pero no se siente capaz de hacerlo. En vez de eso, Hipo cuida de él, le lleva comida y lo ayuda a recuperarse de su herida. Aprendiendo a confiar el uno en el otro, Hipo y Desdentado forjan una amistad que ninguno podrá olvidar.