Es bien sabido en Campo Rock que a su director, Brown Cesario, le encanta contar historias sobre los roqueros famosos de su época, cuando iba de gira en gira. Pero lo que no se sabe es que además Brown puede contar unas terroríficas historias de fantasmas. Cuando se corre la voz, los campistas lo convencen para que les cuente su historia más aterradora. Pronto, todos intentan superarlo. Barron y Sander preparan una terrorífica sorpresa; Andy pone un ritmo solemne a su actuación; e incluso Tess parece meterse de lleno en el espíritu. Pero cuando llega el turno de Shane, este revela una vieja leyenda musical que deja a los campistas preguntándose si la música es cuestión de talento o de magia.