La papiroflexia no es cosa para solo unos pocos, todos pueden iniciarse en el plegado, empezando por hacer figuras preferentemente didácticas, es decir, de pliegues claros y fáciles.
Una figura de papel puede servir para muchas cosas pero más importante es que sirvamos nosotros, mediante el ejercicio del ingenio y de la habilidad.
La papiroflexia se adapta a cualquier tiempo y lugar, y no está reñida con otras aficiones ni con profesión alguna.