El 16 de octubre de 1978, tras la muerte de Pabto VI y el brevísimo papado de Juan Pablo I, el hasta entonces arzobispo de Cracovia Karol Wojtyla se convertía en el 263 sucesor de Pedro, gracias al voto de 99 de los 111 cardenales reunidos en Roma. De esta forma iniciaba su andadura al frente de la Iglesia una figura clave que, para muchos, es la personalidad más importante del último cuarto del siglo XX a nivel mundial. El primer Pontífice no italiano desde 1523 nació el 18 de mayo en Wadowice (Polonia), y estudió poesía y arte dramático en la Universidad Jagellon de Cracovia. Durante la Segunda Guerra Mundial (1939-1945) trabajó en una fábrica mientras se preparaba para el sacerdocio. Ordenado sacerdote en 1946, posteriormente estudió en el Instituto Angelicum de Roma y obtuvo el doctorado en teología en la Universidad Católica de Lublin, donde posteriormente impartiría clases de ética. En 1958 es nombrado obispo auxiliar de Cracovia y en 1964 se convierte en arzobispo de la misma diócesis. En 1967 llegó al cardenalato y en 1968 fue un destacado participante en los debates del Concilio Vaticano II. Finalmente, en 1978 accedió al papado. El 13 de mayo de 1981 resultó herido tras un atentado en la plaza de San Pedro, en el Vaticano, perpetrado por el turco Alí Agca. En 2000, al celebrar el segundo milenio de la Iglesia, el Papa pidió perdón por los errores e injusticias de la Iglesia, en especial en lo referente al trato dispensado a los judíos y a otras confesiones religiosas. Juan Pablo II es, sin duda alguna, el Papa de los récords. A lo largo de su papado ha realizado más canonizaciones (447) y ha nombrado más cardenales (44) que ningún otro Pontífice anterior, pero sin duda será recordado sobre todo como el Papa de las multitudes y los viajes por los cinco continentes.