Pedro Salinas no es sólo uno de los protagonistas de la llamada Generación del 27 (integrada, entre otros poetas, por Vicente Aleixandre, Jorge Guillén, Federico García Lorca, Rafael Alberti y Luis Cernuda), sino que representa una de las más altas cimas de la poesía amorosa escrita en lengua castellana a lo largo de nuestra historia literaria. "Poeta del alma", como le llamó Jorge Guillén, la voz poética de Pedro Salinas se adentra en el mundo objetivo para, trascendiendo lo puramente anecdótico, alcanzar el absoluto. Desde la "poesía pura" y los acentos ultraístas y futuristas que en Presagios, su primer libro, se traduce en la búsqueda de la belleza y del absoluto y, a la vez, en registro del mundo urbano y mecanizado, hasta la poesía marcadamente solidaria con el dolor humano y los problemas del mundo presente en sus últimos poemarios (Todo más claro y otros poemas y Confianza), la obra de Pedro Salinas aparece hoy como uno de los momentos culminantes de la lírica del siglo XX.