En 1935 Luis Cernuda, en colaboración con Hans Gebser, publicó en la revista Cruz y Raya de José Bergamín unas traducciones de Hölderlin. Las versiones de Luis Cernuda son fieles al espíritu de Hölderlin pero también, y más aún, a su propia poesía, como puede comprobar cualquier lector del libro que escribía por entonces, Invocaciones. En 1942, ya en el exilio, José Bergamín rescata estas personalísimas traducciones en la colección «El Clavo Ardiendo» de su editorial Séneca, que estaba al cuidado del también poeta Emilio Prados. Renacimiento inicia con este título, a modo de doble homenaje a Luis Cernuda y al José Bergamín editor, una nueva colección dedicada a textos breves de autores clásicos en el más amplio sentido de la palabra.