Ay, amar es un viaje con agua y con estrellas, con aire ahogado y bruscas tempestades de harina: amar es un combate de relámpagos y dos cuerpos por una sola miel derrotados. Todo tu cuerpo tiene copa o dulzura destinada a mí. Amor mío, si muero y tú no mueres, amor mío, si mueres y no muero, no demos al dolor más territorio: no hay extensión como la que vimos. Para mi corazón basta tu pecho, para tu libertad bastan mis alas. Desde mi boca llegará hasta el cielo lo que estaba dormido sobre tu alma.