Con cada uno de sus poemas Mercedes Cebrián traza progresivamente un mapa del imaginario de nuestro presente. Lo prosaico, lo cotidiano, lo imperceptible, se transforma así en material poético, se reinventa, y acaba configurando un diccionario alternativo: la publicidad, los medios de comunicación, la música o la literatura abandonan su condición de tópicos para cargarse de nuevos significados.