¿Cuánto sufrimiento ha vivido el ser humano en soledad?
¿Cuánto dolor sembrado por el odio, el egoismo, la violencia, la avaricia?
¿Cuánta hipocresía nos rodea?
¿Cuántas pérdidas no resultas en nuestro camino?
¿Cuántas veces hemos sentido la necesidad de llamar a Dios?
Este libro está dedicado a todas aquellas personas que en algún momento de su vida han padecido situaciones de dolor, de amargura, de pena, de soledad...y han buscado en su Dios o sus Dioses una ayuda, una mano a la que agarrarse, un hombro en el que poder llorar, aunque estos, a veces, pensemos que están de vacaciones de agosto.