A sus doce años, las mayores preocupaciones de Carla son que su madre deje de tratarla como una niña, comprarse un móvil y sobrevivir a las clases de la Terminator, la profe de mates. Todo cambia cuando una niña diablesa aparece sin más en su habitación y Carla decide cuidarla escondiéndola de su madre y demás adultos. Por si fuera poco, descubre a un extraño vigilando su casa día y noche y, cuando le pide ayuda a Raquel, su mejor amiga, a ella no se le ocurre otra cosa que desaparecer sin dejar rastro. ¿Puede la vida de Carla complicarse más aún? Por supuesto que sí.