Un desierto. Una carretera. Un motel. En este lugar abandonado a su suerte tras una inexplicable catástrofe, un puñado de personas tratan de encontrar la felicidad. Unos beben, otros aman. Algunos se vuelven locos. Las voces luchan contra los silencios. La Soledad. La Belleza. El deseo. Cada año, las parsimoniosas iguanas acuden para morir frente al motel, al otro lado de la carretera, en un lugar conocido como El secadero. En sus ojos habita un abismo que asusta y atrae al mismo tiempo.La violencia de la pasión. El olor a la muerte. El tintineo de unas botellas colgadas en un árbol.