Oriente-Occidente. Saigón-Montreal. Es el trayecto de Mãn, una joven refugiada a la que su madre quiere proteger casándola con el propietario de un restaurante vietnamita también exiliado en Canadá. Mãn ha aprendido a crecer sin sueños, a vivir sin necesitar apenas nada en apariencia. Pero en la cocina, cuando reinterpreta las sencillas recetas de su infancia, las emociones se desatan: el jugo del tomate recuerda el sufrimiento de un pueblo, un postre acerca dos culturas distintas, el modo tradicional de cortar un pimiento tiene mucho que decir sobre el arte de la seducción.
En un sutil vaivén entre pasado y presente, entre el aquí y el allá, Kim Thúy dibuja un hermoso mosaico en el que se mezclan la memoria, el amor y ese extrañamiento (una forma distinta de acceso al saber) que produce el vivir muy lejos del lugar del que procedemos.
Mãn ha sido recibida así por la crítica: «El amor y la comida se conjugan en una pequeña trama construida por signos y palabras trazados con una rara elegancia» (Le Soir); «Kim Thúy transmite la magia de una cultura que se expresa con una sencillez evocadora» (L?Express); «Un himno a la amistad y el amor» (Le Figaro);«Maravillosamente escrito» (Métro); «Kim Thúy sabe seducir perfectamente a sus lectores con la dosis justa de nostalgia y de levedad, de libertad y de memoria viva» (Lire); «Poética y delicada. Una novela sobre la sutileza de algunos rituales y el gusto de compartir» (La Vie); «Una narración con la delicadeza de las flores de loto» (Ouest-France); «De una sutileza y una poesía desconcertantes» (Nice Matin); «Un libro desbordante de humanidad que refresca como la lluvia en verano y da ganas de vivir» (Les Échos).