Este libro es un compendio de historias familiares, esfuerzos e ilusiones en pos de la excelencia española que ocuparon —y siguen haciéndolo— la vida profesional de Carlos Falcó: cómo mejorar dos cultivos milenarios, olivos y vides, que Tucídides definió como origen de la cultura mediterránea, y especialmente sus frutos, el aceite y el vino. Haciéndolo, ha practicado cuanto le gustaba —algo siempre recomendable para la salud—, logrando una buena vida, esa aspiración prioritaria para cualquier ser humano sin traicionar sus valores y, tal vez, contribuyendo en cierta medida a que otros la alcanzaran.