Si nos concienciamos de que lo que comemos durante la gestación puede cambiar profundamente la vida de nuestros hijos y que gran parte de los alimentos que se consumen son tolerables para la madre pero pueden no serlo para el feto, como los azúcares y las harinas refinadas, esta tendencia podrá modificarse. Concretamente, el cuarto y el quinto mes de embarazo son los más cruciales, puesto que es en estos meses cuando el páncreas del bebé se forma y aprende a secretar insulina.
Pierre Dukan nos propone en este libro un plan que, desde el embarazo, puede cambiar el mundo.