En los diez últimos años se han producido cambios, en gran medida tecnológicos, en la economía de los medios. Aunque es probable que durante otros diez años convivan soportes y hábitos de consumo muy diferentes, las habilidades tecnológicas y los rasgos de experiencia personales se traducen en una brecha generacional entre quienes mantienen consumos similares a los de hace medio siglo y aquellos que, a partir de nuevas formas de comunicar e interactuar, definen un nuevo ecosistema. Estas últimas modalidades describirán tendencias en escenarios muy dinámicos donde la innovación se inscribe en ciclos de moda muy cortos.
En esta obra se constata que el sistema de medios en España está cada vez más influido por los vectores que mueven la tecnología y las industrias culturales en la escena global.