Del mismo modo que Thomas Merton se acercó al budismo desde el cristianismo, en un proceso enriquecedor para ambas tradiciones, Thich Nhat Hanh se acerca al cristianismo desde el budismo, para subrayar sus profundas afinidades y la universalidad de su común mensaje de paz y amor. Y, sobre todo, para mostrarnos el camino de regreso a nosotros mismos, el único y verdadero hogar que tenemos.