"A veces siento que esta ciudad de juguete, capital de provincia despoblada, este pueblo inflado de funcionarios y joyerías, vigilantes de zona azul y vendedores de seguros, le hubiese arrebatado a Marco Polo las ansias de viajar". Los personajes que habitan QUISIERA TENER LA VOZ DE LEONARD COHEN PARA PEDIRTE QUE TE MARCHARAS se exponen, se desnudan, se asoman al abismo y se atreven a mirar la caja negra de sus relaciones. Hacen cosas extrañas por amor. Se pierden y se encuentran. Y sobre todo saben que sólo existen dos tipos de soledad: la tuya y la mía.