«La pelota estaba en su tejado. Había estado allí todo el tiempo, pero ahora le tocaba jugar.»
¿Para qué regresar a Eterna? No existe una sola respuesta. Elegid la vuestra. Para tomar decisiones que no pueden demorarse, conocer mujeres con proyectos ambiciosos, combatir a los desaprensivos, salvaguardar secretos que no deben salir a la luz, hacer surgir recuerdos grabados a fuego, enfrentar los mayores temores, forjar amistades incondicionales, experimentar sentimientos incontenibles, vivir aventuras, correr riesgos, alimentar la pasión. Tal vez, para salvar al mundo. ¿Regresamos?