Alejandro y Victoria, ya convertidos en marido y mujer, acuden a los juegos olímpicos en Grecia. El lema «Más rápido, más alto, más fuerte» esta vez no definirá el espíritu de superación que debe tener todo atleta, pues Lucio, el joven romano al que acompaña Alejandro, intentará todo tipo de subterfugios para conseguir la preciada corona de laurel.