Había una vez un pato que tenía la mala suerte de vivir con un viejo granjero muy, pero que muy perezoso. Mientras el pato hacía todo el trabajo, el granjero se pasaba el día en la cama... ¡Hasta que un día, el resto de los animales de la granja decidieron entrar en acción! De la mano de dos de los creadores británicos de libros ilustrados más reconocidos, esta fábula, con varios ingredientes de la Rebelión en la granja de Orwell, es una obra maestra en todos los sentidos. Las ilustraciones de Oxenbury están tan integradas en la historia como las palabras de Waddell; pues hacen que, con las simples onomatopeyas de los sonidos de los animales, se entienda a la perfección esta oda al trabajo en equipo que reivindica los frutos de lo que se cosecha para aquellos que lo cultivan, y no para aquellos glotones perezosos que en nada participan del trabajo de una granja. Un libro sencillo y lleno de humor, que ofrece una magnífica lectura a muchos niveles.