El Lejía vuelve al barrio después de estar media vida en distintos
destinos internacionales con su unidad en la Legión. En el bar del
Chino se encuentra con el Tijeras, uno de sus antiguos amigos. A
ellos se une el Pipo, otro antiguo amigo al que han soltado de la
cárcel porque tiene una enfermedad terminal. Los tres tienen un
turbio pasado de drogas y delincuencia que han dejado atrás. Ya
solo quieren beber y estar tranquilos, pero la vida no es como se
desea, sino como viene. Desde hace un tiempo en el barrio se ha
instalado una pequeña mafia rumana que presta dinero con usura y
trafica con drogas. Su líder, el Ruso, no tiene ningún tipo de código
ético o moral, y termina por cruzarse en el camino de los tres amigos
que, aunque ya están de vuelta de todo, sí que conservan unos
códigos muy propios del barrio. En la guerra que se va a desatar
cada uno jugará sus cartas, pero el juego no va a terminar como
esperan el uno y los otros.