La función policial viene definida por tres actores: el poder político, los profesionales que la llevan a cabo y el público al que va destinado el servicio. En función del actor que predomine nos aparecen los tres modelos básicos y clásicos de policía: el gubernativo, el profesional o el comunitario. Los tres modelos han llevado a cabo contribuciones relevantes al buen ejercicio de la función policial a la vez que los tres han mostrado lagunas y aspectos susceptibles de mejora. En las últimas décadas, la entrada en la agenda política de la policía y la seguridad ha provocado la aparición de múltiples estrategias y metodologías que pretendían mejorar la eficacia de la policía en diversos aspectos y que han constituido aportaciones importantes al trabajo policial, pero que no constituyen una nueva concepción de la policía. Por otra parte, en los últimos tiempos la policía se ha visto desbordada por la demanda de seguridad y han aparecido otros actores secundarios que se han mostrado como necesarios para la garantía de la seguridad. La entrada de todos estos actores plantea la necesidad de la definición de un nuevo modelo, la seguridad plural, que reformule las legitimidades y la finalidad de los anteriores.
Francesc Guillén Lasierra ha compaginado su carrera profesional en la administración de seguridad (siempre en el Departamento de Interior de la Generalidad de Cataluña) con la docencia universitaria (en el ámbito del derecho constitucional y la criminología, tanto en la UAB como en la UOC) y la colaboración con organismos internacionales (Consejo de Europa o EFUS).