El libro está escrito con un estilo muy personal y una estructura cronológica; Àngela repasa su infancia y cuenta cómo empezaron sus años grises, cuando de repente, de un día para otro y sin saber ni cómo ni por qué alguien la eligió y la convirtió en el objetivo de las burlas, las presiones y los insultos. Àngela cuenta cómo sufrió todos aquellos abusos, y cómo además todo se complicó cayendo en la bulimia, algo muy habitual en estos casos, pues el bullying suele derivar en algún trastorno alimenticio. Culpabilidad, miedo, tristeza, falta de autoestima… Àngela, como sucede con todos los niños que sufren bullying, se encontraba en un pozo del que parecía imposible salir. Ahí es donde ella cuenta de qué forma logró reunir el valor suficiente para confiar en alguien que la ayudó a hablar, a denunciar, a pedir ayuda…y anima con un discurso sencillo y claro a todos los que estén sufriendo abusos a hacer frente a la situación.
Con su historia Àngela demuestra que es posible pintar de color lo que empezó siendo gris, y que de todo se puede salir.