Una preciosa novela sobre las derrotas de la juventud.
El regreso a la literatura de Hernán Migoya.
Cuando Hernán vuelve del Perú a casa, en la visita periódica a sus padres, algo ha cambiado. La enfermedad golpea con fuerza a la familia y quizá ya nada pueda ser como fue. Por ello se propone evocar sus años de formación en la periferia de Barcelona, en la ciudad dormitorio de Barberà del Vallès. Volver a la época que pasó a la sombra de un árbol genealógico huraño y al abrigo de un centro comercial protector. Unir entre sí, como una hilera de migas de pan, las experiencias que forjaron su carácter: la pasión por la cultura popular, el aprendizaje de los códigos del barrio, el desconocimiento sexual, la ética del buen hijo ante el sacrificio de una madre. Novela brutal y tierna, Baricentro es una travesía de regreso a los años cruciales. Sin embargo, nadie sale indemne de un viaje así, porque rendir cuentas a la infancia significa enjuiciar a la persona en que nos hemos convertido.
Los lectores comentan...
«Una especie de Ordesa de extrarradio barcelonés, que me perdonen él y Manuel Vilas pero es una forma rápida de decir que es un bello homenaje filial. [...] Tan lúcido y profético que a veces duele.»
Lorenzo Silva, El Cultural de El Mundo ("¿Qué lee un escritor en cuarentena"?)
«Tremebundo relato autobiográfico, pese a que el confinamiento le ha restado el reconocimiento mediático que merece, es uno de las novelas más sinceras y emotivas de la temporada en nuestro país.»
Oriol Rodríguez, Mondosonoro
«El cariño y nostalgia con los que Stephen King retrata a los niños estadounidenses de It en los años 50, lo traslada Migoya a los niños de la periferia barcelonesa de los 80. Un fresco precioso y honesto sobre los hijos de la clase obrera.»
Llucia Ramis
«Hernán Migoya es un hijo de perra de gran corazón y eso hace su obra imprescindible en un mundo lleno de presunta buena gente.»
Dani Mateo
«Rebosa verdad y provoca una empatía inmediata... Si entramos en Baricentro como chafarderos, salimos como cómplices. Y eso no es efecto de la confesión, sino de la literatura.»
Nadal Suau, El Cultural
«Un libro emocionante: desolla a delicadas tiras el corazón de un chaval del extrarradio de Barcelona, y hace sangrar el tuyo de risa y llanto y amor a la amistad, de lo bien escrito que está.»
Víctor-M. Amela, La Vanguardia
«Una novela de tintes autobiográficos en la que Migoya devuelve la dignidad a la palabra "nostalgia".»
Guillermo Alonso, Icon, El País
«Migoya cuenta su historia y es imposible no reír, llorar y emocionarse con ella porque también es la nuestra.»
Oriol Rodríguez, Rockdelux
«Un ajuste que termina en un emotivo abrazo. Y aunque Migoya es enemigo del patriotismo, la novela es un vivo homenaje a su verdadera patria, la patria chica de su corazón.»
J. A. Masoliver Ródenas, La Vanguardia - Culturas
«Un libro ordenado como una novela, narrado como unas memorias, leído como una teleserie en blanco y negro... Migoya actúa como un crucigramista que, en vertical y en horizontal, nos invita a rellenar nuestra identidad. Pasen y lean. Baricentro es una novela para quienes aún no se han dejado entumecer por el Valium del primer mundo.»
Guzmán Urrero, Cualia
«Una ternura tan límpida como emotiva se respira intensamente desde la primera a la última hoja del libro. Su historia familiar puede parecer la de muchos, pero tal como la explica Migoya es única.»
Xavier Rosell, El Dia de Sabadell
«Baricentro son más de doscientas cincuenta páginas que se leen del tirón y un epílogo ante el que resulta imposible no emocionarse hasta la lágrima. Más que desnudarse ante nuestros ojos, Migoya lista una a una las claves a partir de las que descubriremos la materia de la que estamos hechos los seres humanos. Y encima consigue que riamos, nos indignemos y lloremos con él. Que no es poco.»
Joan S. Luna, Mondosonoro
«Aquí, frente a la torre de marfil de Barcelona, planta batalla el Migoya más íntimo, es decir, el más charnego, ofensivo, adorable y barrial.»
Juan Soto Ivars
«Una novela de orgullo, es decir, una narración en la que se vindican los propios orígenes con la barbilla bien alta y en la que se abandona esa tendencia -proveniente de la literatura picaresca- a mostrar a personajes ansiosos por ascender socialmente.»
Álvaro Colomer, La Vanguardia