Los barcos de vela nos transportan a la era de las exploraciones y a los viajes que unieron el Viejo Continente con las tierras del Lejano Oriente así como de buena parte de América. Aquellos barcos regresaron a Europa abarrotados de valiosos cargamentos pero, también, se convirtieron en naves de combate y sus tripulaciones fueron equipadas con una amplia gama de armas individuales para repeler a enemigos o efectuar operaciones de abordaje.
Durante el siglo XVI, las piezas de artillería hallaron su lugar dentro de las grandes embarcaciones. Se las instalaba en las cubiertas de batalla mientras que, en los costados de las naves, se cortaban las icónicas troneras. Ante ellas se instalaba artillería pesada para que, al abrirse, las grandes armas emergieran hasta que sus barriles brotaran y su letal carga de muerte y destrucción diezmara al enemigo. Después, la tripulación efectuaba la operación de abordaje.
En este segundo libro de la exitosa serie Historia de los grandes combates navales, el experto internacional en tácticas y estrategias de guerra, Victor Aguilar-Chang, aborda la evolución del modo de combatir en las aguas del océano Atlántico desde mediados del siglo xvi, cuando transcurrió la campaña de la Gran Armada, hasta principios del xix en que se libró la batalla de Trafalgar.