Este libro lo han escrito muchas manos y desde una perspectiva en la que confluyen inves-tigación y docencia. Los miembros del grupo de investigación Plurilingüismos y Aprendizaje de Lenguas (PLURAL) lo hemos querido así porque entendemos que el saber anida en mu-chos lugares, tanto en las aulas de los centros educativos como en los estudios que se im-pulsan desde el ámbito universitario. Los destinatarios de esta obra son todas aquellas per-sonas que piensan que el ser humano se encuentra en proceso de devenir y que, a lo largo de dicho proceso, siempre se siente interpelado por la presencia del otro.
Tres conceptos configuran la obra. El primero es acoger. Las lenguas, así como las culturas, tienen que aparecer, tienen que hacerse visibles en cuanto se ha traspasado la puerta del centro educativo. Acoger, porque no es sencillo vivir en un exilio impuesto.
El segundo concepto es crear vínculos. Crear vínculos es aproximarse al otro sin dejarse lle-var por los prejuicios, con la voluntad de romper las posibles asimetrías que puedan existir debido a que el otro no habla como yo, a que no es de aquí, a que desconoce nuestras cos-tumbres, etc., ya que todo el mundo necesita sentirse respetado por la ley, valorado por la sociedad y querido por el grupo.
Y el tercer concepto es contrastar para aprender. En el marco de una educación plurilingüe, nada ni nadie es extraño, pues hay un constante transitar entre todas las formas de sentir, de hacer y de decir. El contraste no es abrir una puerta a la curiosidad para cerrarla un poco más tarde. Contrastar para aprender, porque cuando el conocimiento hace un viaje hacia lugares desconocidos, nunca retorna de la misma manera.