Cine Nic, el proyector español entusiasmaba a los niños del pasado siglo. En los años 30, tres hermanos barceloneses idearon un invento para que los más pequeños pudieran contemplar películas animadas. Girando una manivela, el cine Nic arrastraba bandas de papel traslúcido llenas de dibujos. La creación de los hermanos Nicolau triunfó más allá de España: en Estados Unidos, Francia o reino Unido también se vendió este precursor del cinexin. Los niños no solo podían ver películas Disney, sino también crear las suyas propias para este popular juguete. Jordi artigas, historiador de cine y autor del libro, conoce el origen del juguete gracias al testimonio de los hijos de toma Nicolau...