A miles de kilómetros de distancia, la voz prodigiosa de Severino, el mejor cantante de La Habana Vieja, repite el estribillo de un bolero que dice: “Sin ti me muero, sin ti me muero”. Publicada por la editorial malagueña EDA Libros, Tocando lejos, la novela de Inma Villanueva Ayala es, por una parte, la historia de una huida que nunca encuentra destino. Narrada en primera persona por una mujer de treinta y cinco años de la que nunca sabemos su nombre, hecho que nos permitiría entroncar la obra dentro de la autoficción, es también un recorrido íntimo y sentimental por una vida que se desmorona de manera irremediable. Amor, enfermedad, muerte, esperanzas cercenadas. Y siempre una sensación de urgencia, de no estar donde se debe, de buscar permanentemente su sitio mientras deambula de un recuerdo a otro como en una película de Fellini. Porque como dice la protagonista de Tocando lejos: «El tiempo se alarga tanto que casi se parte». Con la delicadeza, la plasticidad y la fuerza evocadora de su escritura, con su enorme capacidad para atender a los detalles y transmitir las emociones más intensas, Inma Villanueva Ayala demuestra en esta novela tener una voz narrativa tremendamente singular. No deberíamos dejar pasar la oportunidad de escucharla.