El US Army entró en la Segunda Guerra Mundial sin armamento moderno, sin una doctrina probada, sin preparación táctica y casi sin hombres. Dos años y medio después, los tanques americanos rodaban por tres continentes, encabezando al primer ejército enteramente motorizado del planeta. En ese intervalo se desarrollaron no una, sino dos armas acorazadas diferenciadas y la industria estadounidense, que en 1939 sólo se centraba en la producción de bienes de consumo, producía un torrente inagotable de acero para suministrar a sus propias fuerzas armadas más las de Gran Bretaña, Francia y la Unión Soviética.El material con el que se equipó el ejércitonorteamericano no era el más poderoso, ni el más sofisticado. Antes al contrario, los diseñadores americanos buscaron robustez y fiabilidad donde sus enemigos (y algún aliado) se perdían en complejidades innecesarias.