Todo empieza con un simple «¿y si me voy¿», «¿y si estudio fuera?», «¿y si busco trabajo en otro país?», «¿y si me aventuro?», «y si me quedo a ver si hay suerte?», «¿y si intento ver si esta relación funciona?». Todo empieza con un sueño, con una ilusión, con la expectativa de una vida mejor y con la esperanza que provoca toda nueva experiencia, con un primer viaje que despierta en ti una curiosidad existencial y ese placer interminable por descubrir la vida.De un momento a otro te conviertes en un inmigrante eterno, en quien no se siente ni de aquí, ni de allá. Y tras intentar empacar en un par de maletas una vida entera y todo aquello que sentiste que necesitarías al estar lejos de casa, de repente te encuentras ante una vida totalmente diferente y desconocida, que tienes que abrazar y hacer ahora tuya.Si estás por emigrar o ya has emigrado y te sientes perdido(a) en el proceso, si no entiendes por qué sientes lo que sientes, si te sientes abrumado(a) por el torbellino de emociones que estás experimentando, quiero que sepas que muchas veces necesitamos perdernos para encontrarnos y muchas veces terminamos