El camping es un modelo turístico basado en la forma de habitar la naturaleza más primigenia de la humanidad: la itinerancia. El nómada se coloca sobre la tierra sin alterarla físicamente, pero sí dotándola de significados que establecen vínculos con los lugares ocupados: tanto en el recorrido, como en el reposo. El hábitat en movimiento se origina por la necesidad de encontrar refugio y alimento, pero también por el deseo de descubrir culturas o lugares. Así, la vida en vacaciones, libre y despreocupada, intensifica las relaciones entre las personas y permite experimentar con nuevas formas de habitar en comunidad. Paisaje, arquitectura y turismo son los tres ejes sobre los que se plantea esta reflexión alrededor del camping.